"Veía estos retratos por todas partes y al final caí. Mandíbula suave, pelo despeinado… una semana después conocí en una azotea de Malasaña a alguien con la misma vibra. Coincidencia o destino, me animó a saludar."

"Lo vi en TikTok y me picó la curiosidad. El boceto parecía real, no un filtro. Incluso reescribí mi perfil de citas. Al día siguiente, una barista en El Born tenía esa sonrisa cálida del dibujo."

"En el grupo no paraban de hablar y pedí uno. Pecas y sonrisa pícara quedaron grabadas; en un concierto en Palermo me fijé justo en eso. Dos semanas después hice match con esa misma energía juguetona."

"Lo compré por diversión. Ojos tranquilos, cabello ondulado… Un mes más tarde topé en una librería de Roma Norte con alguien muy parecido. Destino o no, las citas se sintieron ligeras."

"Todos lo probaban y me uní. Entrega rápida, líneas limpias, buena vibra. Lo usé para romper el hielo en Chapinero y funcionó. Al menos me sacó de mi caparazón."

"Vi el reto en Reels y me animé. El dibujo mostraba rizos sueltos y un piercing en la ceja. Paseando por el malecón de Miraflores encontré a alguien igual de auténtico. Por lo menos me enseñó a mirar más allá de la pantalla."